Capítulo 4: Inauditas Revelaciones
Sección 2: El padre ausente
Corregido por Alexis García Hernández
—No tienes que saber todos los detalles, permite despertar la magia en tu corazón. —Expresa Linda con ternura. —Ya te he dicho, que se llama gal-gog. El hecho de que vayan a por ti, se relaciona con tu padre, pero no insistas en el tema —
—Casie, ¿dónde guardas el veneno de ratón?, juraría que un rumpin cuelga de mi pelo —chilló Rosanna algo asqueada—¿cómo llegó hasta aquí? Ahorita, yo misma subo y me encargaré de ellos —Alex ciertamente distinguía una especie de hurón blanco muy pequeño.
—Siempre te has sentido fuera de lugar, pero todo se despeja en el momento correcto. Confía en los tiempos de Kronos. Como te decía, ningún no mágico puede
avistar a un galgog, pero pueden sentir su presencia, y enloquecer. Los demonios, no suelen atacar a seres no mágicos, inferiores a ellos, tienen su propia agenda.
—aclaró Linda—. Como debes suponer, solamente los
ángeles son capaces de herirles mortalmente. La cabeza es su única debilidad, aunque lo cortes en dos, volverá a unirse. Sí le prendes fuego, surgirá de sus cenizas, como los fénix.
—Bueno, si sigues con el capricho, ve a por ellos—Casimir y Rosanna tenían su propia discusión sobre los rumpin.
—Ah, el galgígmetro es un dispositivo que al activarse emite una frecuencia que únicamente las banshee como Rosanna escuchan. Los hay de distinto alcance, pero son muy caros en el mercado mágico —agrega Rod en apoyo a Linda. —. Han diseñado otros dispositivos de detección que rastrean a otras criaturas demoniacas, como el cucuy, pero por convenio se mantiene el alias en honor al físico Banshee, que inventó el primer dispositivo viable.
El estruendo había crecido. Rosanna se hallaba en la azotea, tratando de acabar con aquellas molestas criaturas.
—Desafortunadamente, no abundan muchos métodos para detectar entes demoniacos, aparte de modelos de galgígmetros —Linda retoma las explicaciones —. Aunque sí eres capaz de entrenar a un biwig, quizás tengas oportunidad. Estos insectos son capaces de
divisarlos a kilómetros, pero lo más probable es que te pique y termines en un estado de desilusión, del cual sólo un hechicero diestro podría sacarte —La madre abandonó la idea, sabía que Alex no sabía qué era un biwig—
—No sigas con lo de los polvos, te dije que son
especias, pues sirven de condimento, si eso es lo que intencionas. —Linda se molestaba un poco. —Aunque realmente, el término más exacto, sería esencias mágicas. Por ejemplo, la especia blanca qué te curó, se elabora con alas de ángel, que se mudan cada cierto
tiempo. Se elabora una mantequilla exquisita con estas. Su propiedad mágica para curar algunas heridas, es de otra galaxia, ha funcionado en tantísimas especies sobrenaturales, y hasta se ha probado sus efectos en no mágicos.
—Y sí, te saldrán alas cuando estés listo para una transformación completa. También tendrás que aprender, cómo revertirlo, para poder recuperar tu forma humana cuando desees —añadió Rod, que leyó un poco la mente de Alex.
—La esencia verde, que también fijaste, se elabora con la piel del mismo galgog, entre otras cosas. —continuó Linda— Ilógicamente, eso les pone irritables, y pueden hasta huir. Algunos ogros, tienen la costumbre de usar esta especia, en atrapasueños, para alejar las malas vibras, y los propios demonios, pero yo en lo personal, lo veo como una creencia sin sustento. La mía en específico, no fue comprada, la elaboré yo misma, con pus de herida de galgog fermentada, un cuarzo verde comestible, neófita, que se extrae de muchas criaturas animales—Alex le tomó la mano unos segundos, de manera intuitiva—
—De hecho, algo de sidrolito, eché en esta mezcla, pero por propósitos de realzar el sabor. ¿Qué pudiera agregarte sobre esto?, bueno, el sidrolito, también se usa para realizar viajes astrales. Y oye bien lo siguiente: es, ca, pa, ra, dor, significa literal, un escaparate andador, je, ya viste con tus ojos su función. Es un ente vivo, no es resultado de ningún tipo de magia, pero a la vez sigue siendo un objeto. Lo mantenemos fuera de casa, porque extraen energía del sol, que se acumula en las noches. Sé bien cuán extraño te resultaba esto. —
—Bueno, éramos los únicos en Epson, con un escaparate de exteriores —Se mofa Alex, estaba claro que en el mundo mágico, no cabía la racionalidad humana—
Linda le agradaba el nuevo carácter despreocupado de su hijo. —Mientras más poder acumulen, más veloz pueden ir, ¡si nos tomó la delantera! Lo usaba para comprar esencias, o ingredientes, en el mercado negro, pero llevo rato sin encomendarle nada. Esto lo hacía siempre de madrugada, por miedo, por ahí existen atracadores de estos objetos. No hemos tenido tiempo, ahora que lo pienso, con tanta fiesta, de sacarlo, pobre de Lambi, no soporta estar bajo techo. —
—Ah, tiene un nombre, que cool. Pero bueno, por lo que entiendo, ¿no puede salir por él mismo? —Pregunta Alex.
—Pues no, solo pueden caminar si están al aire libre.
—Responde al unísono Linda.
—Un no mágico... —Alex se queda reflexivo. —La verdad me parece discriminatorio este término.
—No lo veas así, no somos superiores ni mejores que ellos, pero somos diferentes. — (dijo Linda)
—Un no mágico, seguramente no distingue al escaparate andando, aunque vaya a paso lento. — (dijo Alex)
—Por ahí los habrá que ni verán al mueble estático, todo depende de la conciencia y apertura de cada cual. Creo que estás absolutizando las cosas, y ya te comentaron que no lo hagas. Además, existen no mágicos, que están al tanto de lo sobrenatural, aún cuando sus límites físicos, no les permita acceder al mundo mágico en algún nivel. — Linda comprendía que Alex trataba de simplificar la verdad sobrenatural, pero la vida en sí misma tiene muchas aristas y dimensiones.
—No puedo evitar imaginarme, que quizás hablabas a la gente de un armario que no alcanzaban ni a ver, que te tomaban por loca. Disculpa, no me justifico. Mamá, sé que te esforzaste, pero mi infancia, mi vida ha sido
difícil —Alex transmite valentía, al expresar sus sentimientos internos.
—Mi hombrecito melenudo, soy tu madre, estoy consciente de todo el dolor que llevas dentro. Pero que nos tomarán por locos, o malditos, te protegía. Además, porque infieres que todos nuestros vecinos eran humanos corrientes. Micaela, esa mujer que odiabas, porque una vez trató de envenenarte, era un hada, ¡cómo lo oyes!, y el viejito de la esquina, al que le tiraban piedras, era un espíritu guía encarnado. Sabían del escaparador, perfectamente, pero igual sentían pavor de nosotros, por los sucesos de nuestra familia. Mira por hoy, para que te tranquilíces, con Casimir aquí estás a salvo. —Linda hizo otra pausa, acarició los cabellos de su hijo, pero Alex no estaba de humor.
Rosanna entonces volvió a entrar al comedor, literalmente aparentaba haber venido de una guerra mundial. Su cabello estaba totalmente deteriorado, y se agitaba hacia todas direcciones, curioso, porque no se sentía ninguna brisa de aire perceptible. También, se le notaban marcas de arañazos y moretones por toda la piel, y estaba muy sucia, aunque no apestaba. Su blusa, había perdido varias costuras. Alex no supo si sentir pena o reír.
—Fue una dura pelea, pero fui más fuerte —Apunta Rosanna, pero justo después se desmayó, y perdió la conciencia enteramente.
—Precisamente esto quería evitar, ahora debo responsabilizarme de no haber hecho mi trabajo, puedo constatar que soy un asesino experto de rumpins —expresa altanero, Casimir.
Alex se condujo hacia la tía, acaso, ¿nadie reaccionaba?, pero Casimir detuvo la acción.
—No te preocupes, ya despertará. —se mofó el viejo y continuó las ideas de Linda—. No has desarrollado habilidades por varias razones. Por ejemplo, tu madre cuenta con objetos que restringen lo sobrenatural, yo mismo le conseguí y envié, un almohadón, un alfiler, un recogedor, y hasta tu boceto de Rod, el que tenías en tu cuarto, con el cual, de hecho, Linda podía vigilarte cuando quisiera, dentro de ciertos límites de la casa. Su alcance es mediano.
—Podías verlo todo, ¿todo? —Alex se puso muy rojo. Casimir afirmó con la cabeza, riendo.
—Tenía que cuidarte. Tranquilo, intenté respetar tu
privacidad, siempre, pero debía rastrear si dabas señales de poderes mágicos, por tu bien—le respondió Linda.
—Además, la posición de determinados objetos, inclusive, comunes, creaba campos de fuerza negativa, qué evitaban cualquier suceso mágico. Quizás, no me perdones, por limitarte de esa manera, pero no me arrepiento. —confesó Linda, sabía que lo hizo para protegerlo—. También que se desarrolle magia en Epson Hall, de forma natural, es poco probable, porque está bastante alejado de las líneas geománticas, le coges la idea, ¿verdad?
—Alex escuchaba a su flaca, no la juzgaba realmente, pero había algo que no le cuadraba. —Cuando Rosanna, escudriñaba en el estante para avistar con cuáles esencias contabas, así es más correcto, ¿verdad? —
Linda le interrumpió, afirmando con la cabeza.
—Ya sé por dónde vas, me referí a que te habían encontrado, cuando de por sí hemos vivido toda la vida en el mismo lugar. —
—Exacto, que cambió ahora, que si fueron a por mí, además, qué mal he hecho yo, que quieren matarme. —Alex al fin atacaba el meollo del asunto, lo demás era mera curiosidad mágica.
—Sabes, nunca he sido amante de los sitios encantados, Soy muy aferrada a mi cultura humana. Después, del desenlace fatídico de aquella celebración, especulé sobre muchos sitios a los que llevarte, incluso a América, pero tu padre, encontró la manera de que nos quedáramos allí. Epson, es mi hogar. No voy ahondar más en la idea por ahora, lo siento. Pero, te aseguro que las pistas, indicaban cómo qué nos fuimos.
—¡El padre ausente! —declaró Alex con antipatía. Adivinaba que su padre, al menos había sobrevivido
a la celebración, lo que sí le confirmaron después.
—Qué feo eso Alex, el se sacrificó por ti, y hizo lo que debía —mencionó Rosanna, que se incorporó
mirándole con recelo— No sabes toda la historia. En Epson, la gente, nos ignoraba la mayor parte del tiempo, eso favoreció grandemente la estrategia de tu padre, un tipo de magia, que no vas a comprender.
—Epson de todos modos, está alejado de la magia, lo que evita presencias mágicas de por sí. Esto explica por qué enviaron a un ser demoníaco, pues estos pueden moverse por cualquier sitio. Sus limitaciones se ubican en otras zonas —mencionó Linda.
—Es sólo ¡una expresión! Se refiere a que las criaturas demoniacas sólo se ven afectados por tecnologías humanas. Los galgog, son de los más fuertes —inquirió Rod y Linda le siguió.
—La mayoría de las criaturas fantásticas necesitan vivir alrededor de puntos geománticos, sino terminan muriendo. Nosotros como humanos, tenemos nuestras maneras, pero para acabar con un joven en sus 20, no se precisa un ejército. —Ironiza Linda de forma cortante. —Nunca verás un rumpin en Epson Hall. Los galgog se relacionan con nuestra historia familiar, en fin, lo que cambió, y porqué tú, son preguntas, que no te vamos a responder.
Alex le parecía tan injusto, que no acabaran de contarle toda la verdad. Estaba claro, que la conversación había terminado, no se atrevió a averiguar sobre la espada encogida, y sus sospechas acerca de que se encontraba en el bolso de Rosanna.
Pero lo que realmente atañía al presente, eran todas esas inauditas revelaciones sobre la existencia de un mundo completamente diferente, del cual desconocía la mayor parte. Alex quería saber más, nunca
fue un niño corriente, sino un ángel, y le apasionaba la cuestión, pero le provocaba cierto temor su total desconocimiento.
Debía continuar su vida sabiendo que en realidad no es humano. La festividad se prolongó durante el resto del día. Alex nunca había vivido jornada más jocosa, y había revelado cuestiones sobre su procedencia y sobre sí mismo, que le restaba asimilar. Por ahora, no iba afligirse con designios del futuro.
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